Hablar de internet es hablar de la nueva era. El iternet se ha convertido en una necesidad, y tiene tanto sus puntos buenos como no tan buenos.
Para hablar de lo bueno, basta decir que nos conecta a cada persona del mundo a través de un clic, lo cual es una ventaja al hablar de comunicación, y en ese mismo sentido, la información que allí encontramos, si bien está llena de basura, también la hay muy valiosa; es información que en otra época no estaba a la mano y acceso del común de las personas. Es decir, no hay excusa para no estar informados, para no ampliar nuestra consciencia.
Sin embargo, los peligros que allí acechan también son muchos, y hablar de ellos sería tema de horas y no para escribirlo sino para debatirlo. Sin embargo, hay dos cosas que me llaman mucho la atención, tal vez porque en mi cabeza de alguna forma ambas las relaciono.
Por un lado está la adicción al internet, a las redes sociales especialmente (aunque también aplican los videojuegos o juegos de azar entre otras modalidades que nos ofrece la red).
Recordemos que adicción es todo aquello que empieza a afectar nuestra vida al punto que dejamos de ser nosotros mismos causando un malestar a los demás y al final a nosotros mismos. Nos volvemos adictos a cualquier cosa que nos genere un placer, que llene un vacío o nos permita salirnos de la cruda realidad de la existencia desviando nuestra atención a otra cosa.
Podemos ser adictos a una droga (donde se incluye el alcohol - no se por qué muchos lo separan de ahí-), al sexo, a la pareja (hace poco reflexionada acerca de eso y decía que los celos de la pareja son el equivalente al síndrome de abstinencia de un drogadicto), a los hijos, a los juegos, al internet, a las redes sociales, etc...
Ahora bien, si en la adicción buscamos salirnos de la realidad, o crear una nueva más cómoda, fácil hedónica y demás, no es raro encontrar entonces personas que creen encontrar el amor por internet (no estoy en contra de eso, sino en la forma y las pocas precauciones que se toman) y terminar confiando en una persona que nos guste o no, y aunque miles de kilómetros sea de carne y hueso, en la situación en sí misma, no es más que una realidad virtual, con el agravante claro de que nisiquiera se trata de una máquina, porque vaya y venga que fuera solo eso, un programa serio y responsable... no, en realidad es un ser humano que como puede tener muy buenas intenciones, también las tiene muy malas, y el internet si que se ha prestado para ser objeto de uso de este tipo de personas, que buscan no solo hacer daño, sino repetirlo por la facilidad que tienen.
Desde simples extorsiones, sexo virtual hasta asesinatos se han logrado conseguir a través de esta compleja dinámica. No pretendo por ahora profundizar en el tema, sino tratar ese segundo peligro de los muchos que pueden haber, con un ejemplo que se dió a conocer en el año 2012, o más que un ejemplo, un caso muy triste y reprochable. Ese segundo peligro entonces es la búsqueda de afecto, de aceptación por parte de otros, que muchas veces, más de lo que los medios nos cuentan, termina muy mal, porque no solo es el sexo virtual que está tan de moda, sino todo lo que implica confiar en alguien a través de una pantalla. Y ni siquiera se trata de que se confíe o no en un desconocido, porque aunque los peligros aumentan, está claro que somos seres emocionales, y muchas veces la misma pareja de confianza, los amigos, las amigas, en un acto de ira y venganza, pueden terminar haciendo un mal uso de este medio para hacer mucho daño.
En resumidas cuentas, el internet es una herramienta poderosa de nuestra nueva era, pero es un arma de doble filo, y ambos filos son igual de potentes. Con un clic, con una mala decisión momentánea, la vida de una persona puede quedar completamente arruinada, y esto fue lo que le sucedió a Amanda Todd, una adolescente canadiense que decidió confiar en quien no debía, por el medio que no debía y hacer lo que no debía, porque si bien la sexualidad es algo tan natural, y más en una niña de 15 años que la vive con tanta pasión, debe ser una sexualidad con responsabilidad y autorrespeto.
El caso de esta niña me recuerda una película de una joven que conoce a un chico de su edad por la red, se enamora, y cuando lo conoce en persona, resulta que era un hombre mayor que abusa sexualmente de ella. A lo mejor está inspirada en el mismo caso, aunque para este 2015 se ha estrenado una de terror inspirada en este, un poco aburrida pero intrigante a la vez, se titula Unfriended.
No me alargo más y les comparto el caso de Amanda y al final, el video que dejó en Youtube días antes de suicidarse como consecuencia de su situación:
Un Caso de CyberAcoso
"Amanda Todd, una chica canadiense de 15 años fue encontrada muerta la semana pasada (2012), apenas un mes después de haber grabado y publicado un vídeo en Youtube en el que denunciaba estar sufriendo ciberbullying a raíz de un caso de sexcasting (había sido engañada para mostrar sus pechos en la webcam con 12 años y la imagen circuló fuera de su control). Su madre, que trabaja de profesora, ha declarado que desea que el vídeo, titulado My Story: Struggling, bullying, suicide and self harm (Mi historia: lucha, bullying, suicidio y autolesión), permanezca en Internet tras la muerte de su hija para contribuir a evitar nuevos casos como el de Amanda: “Es lo que mi hija habría deseado”, explicó en Twitter. El vídeo ha sido visto hasta el momento por más de 3 millones de personas y ha recibido casi 70.000 comentarios de usuarios de Youtube.
Ya se han creado páginas de homenaje en Facebook y hashtags específicas en Twitter para recordar a Amanda, aunque también se siguen recibiendo mensajes crueles de burla, mostrando de nuevo que el ciberbullying post-mortem no es infrecuente. También hay personas que disculpan a quienes acosaron a Amanda Todd en Facebook, argumentando que no tienen ellos la culpa de que enseñase los pechos y publicase datos personales en Internet. Eso sucedió cuando ella estaba en 8º curso (12 años) y una captura de ella mostrando brevemente los pechos por la webcam (durante una sesión de videochat en el web BlogTV) fue distribuida entre sus familiares, amigos y compañeros de colegio por alguien que la intentaba sextorsionar. Aunque cambió varias veces de centro escolar para huir del linchamiento y aislamiento social que sufrió como consecuencia, el bullying la perseguía. “Ya no puedo recuperar esa foto. Estará en Internet para siempre”, escribió la joven en su vídeo de denuncia, donde explica el intento de sextorsión: en un mensaje recibido por Facebook una año después de haberse mostrado en topless en BlogTV, su acosador le dijo: “Si no haces un show para mí (en la webcam), enviaré [la foto con] tus tetas”. Las amenazas se cumplieron y este hombre llegó incluso a poner dicha foto como su perfil en Facebook (algo supuestamente prohibido y controlado por los responsables de esta red social).
Según la madre, el hombre para quien Amanda se había mostrado en topless vía webcam continuó acosándola, fingiendo ser un estudiante y añadiendo en Facebook a los compañeros de la joven, tras lo cual les enviaba el vídeo con el desnudo de la menor. Este llegó incluso a sus profesores.
Tiempo después de aquella difusión de la imagen de sus pechos y en el contexto de su búsqueda de aceptación y de amigos tras un nuevo cambio de colegio, Amanda fue golpeada por un grupo de chicos y chicas que, además, grabaron la agresión. Aquel día acabó inconsciente en una zanja, donde la encontró su padre: una vez en casa se intentó suicidar bebiendo lejía. Sus acosadores y agresores, en una muestra de extrema crueldad, se burlaron de ella etiquetándola en Facebook en fotos de botellas de lejía y publicando mensajes diciendo que ojalá muriese. Amanda había buscado refugio en las drogas y el alcohol, pero reconoce en el vídeo que esto sólo sirvió para aumentar su nivel de ansiedad. Ahora llevaba tiempo acudiendo a tratamiento psicológico.
El legado que deja la chica canadiense también inlcuye una presentación en el web Prezi donde daba consejos para actuar ante el ciberbullying, que dirigía a padres y chicos que presenciasen casos como el suyo. “Si ves que alguien está siendo acosado, no dudes en decirle al abusón que pare. Asegúrate de que sepa que lo que hace está mal y que no deberían acosar a otros chicos”, aconseja Amanda en la presentación, donde también pide a los padres que “siempre den apoyo emocional a sus hijos”.
“Quería también ayudar a los padres a que estén alerta, que enseñen a sus hijos cómo estar seguros en la red. Los chicos tienen iPads, iPhones, smartphones… la tecnología es mucho más accesible ahora, ese es el factor de riesgo”, declaró Carol Todd, la madre de la joven.
La policía canadiense ya inició la búsqueda tanto del hombre que sextorsionó a Amanda y difundió la foto, como de los jóvenes que la acosaron y agredieron. El grupo hacktivista Anonymous ya ha publicado en Internet el nombre y dirección de un hombre de 32 años que según ellos es el culpable de sextorsionar a Amanda. Las autoridades han advertido contra las amenazas y posibles actos justicieros que se puedan dirigir contra esta persona. Mientras, la familia de Amanda ha pedido a la gente que colabore aportando información para denunciar a las personas que humillaron a su hija antes y después de su muerte, quienes podrían enfrentarse a cargos por acoso criminal.
No obstante, se ha dado a conocer que ya hace un año que las autoridades canadienses estaban al tanto de la difusión de la imagen de la menor, tras una denuncia que un internauta hizo llegar a una organización anti abuso infantil de aquel país. Según han informado, han recibido desde 2005 casi 700 denuncias por casos semejantes de grooming. Otros medios han denunciado que los casos de sextorsión a adolescentes que se muestran en el web de videochat/videoblogging BlogTV son frecuentes".
Tomado de
Pantallasamigas
Este tema se relaciona con
Bullying y
Mobbing
Espero que este artículo llegue a muchas personas y genere mucha reflexión, especialmente en nuestras niñas y niños.
Psicología Holística Trascendental by
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