"El que se dedica a la venganza mantiene frescas sus heridas"
(Francis Bacon)
Hay un tema en específico que me llama mucho la atención y se relaciona con esto de la infidelidad, y es la venganza, pues es una consecuencia en muchas ocasiones de una traición. Pero no solo es consecuencia, sino que genera mucho placer. Los humanos al parecer tenemos en nuestras venas recorriendo el deseo de la venganza.
La venganza es un sentimiento de rabia que nos lleva a reparar alguna herida física o psicológica. Su fin no es la defensa sino tomar represalias.
Según Erich Fromm, el impotente y el inválido no tienen más que un recurso para restablecer la autoestima si está fue lastimada: tomar venganza de acuerdo con la ley del talión: "ojo por ojo".
Cuando la venganza se pone a favor del amor que ha sido maltratado, las causas pueden ser muchas: quedar mano a mano, pagar con la misma moneda, herir como nos han herido, la envidia de querer ejercer el mismo derecho del otro o simplemente recuperar el equilibrio del poder.
Sin embargo, cuando intentamos protegernos de la traición y el maltrato psicológico con las mismas armas de quienes nos han engañado, caemos en la trampa de identificarnos con el transgresor, perdemos autoridad moral. Nos contaminamos de lo mismo que queremos limpiar.
Música de fondo: Doc_._sphinx
Canción de intermedio: woman of ireland de Wooden Legs
Canción de intermedio: woman of ireland de Wooden Legs

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